Para muchas mujeres, vivir un embarazo es una de las experiencias más importantes en su lista de sueños por cumplir. El hecho de dar a luz y de sostener entre sus brazos a su esperado bebé son anhelos de cualquier hombre o mujer que desea convertirse en padre.
Ante la magnitud de ese deseo, estar encinta y que la gestación se vea interrumpida de manera abrupta puede ocasionar un sufrimiento impronunciable. Por esta razón se les denomina “bebé arcoíris” a los pequeños que nacen de una madre que con anterioridad se enfrentó a un aborto espontáneo o que se despidió de un hijo que falleció de forma prematura.
El significado detrás del nombre
Estos bebés se ganan este enternecedor título porque representan la luz después de la tempestad. Ellos iluminan la vida de quienes pasaron por momentos extremadamente difíciles y anuncian un cambio positivo.
La llegada de estos niños y niñas a la familia se presenta después de una tragedia, y por ello se utiliza el arcoíris para representarlos: un arco de colores brillantes que aparece después de la sombra y la tormenta.
El significado de los bebés arcoíris nos invita a recordar —en especial a las mamás— que ningún sufrimiento es permanente. El dolor forma parte de nuestra historia, pero también da lugar a instantes de inmensa alegría. Momentos como al fin ver el rostro de tu pequeño o sentir cómo toma tu mano por primera vez.
Fuente:
Vix.