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Toda la verdad sobre los «INFLUENCERS»

Primero que todo, qué significa “influencer”, hay muchos que a estas alturas ni saben con qué se come ese término. ¡Jajajaja!

Hace “unos cuantitos años atrás” ni siquiera existía.

Por Oris Palacios – @Cuarentivida 

La única influencia conocida era la que ejercían los medios, televisión, radio, periódicos y revistas, y el ser humano común y silvestre ni se daba cuenta que lo influían… Solo llegaba al supermercado o la tienda, veía el producto y decía “mira esto es lo que está saliendo en la nueva propaganda”, y el resto es historia.

Desde que la tecnología nos reventó en la cara junto con las redes sociales el mundo cambió para siempre.

Las preguntas que siempre me hago son: ¿en qué momento una persona que sube contenido en redes sociales se le puede llamar “influencer”?, ¿a partir de cuándo?, ¿cuántos seguidores o likes debe tener para llamarlo así?, ¿quién define que alguien es influencer?

¡TODO TE LO ACLARO!

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Pues resulta que ya existen expertos en el tema dentro de la rama del mercadeo, he ido a seminarios, conversatorios y charlas a ver si mis preguntas son aclaradas. Ellos “los eruditos” dicen sin cansancio a los cuatro vientos que cada persona que sube contenido en redes sociales, tiene su propia comunidad con diferente número de seguidores (unos más, otros menos) y que son influencia para esos seguidores.

Ya hasta tienen definidos los tipos de influencers, empezando con los micro que tienen pocos miles, hago énfasis en miles…

¿Los influencers están de moda?

Y seguramente, después de leer esto, o desde antes, a más de alguno se le viene el interrogante: ¿a los influencers les da pena mostrarse tal cual son?

Cada quien lleva su cuenta como considera que tiene mayor éxito, o como le gusta.

Por supuesto, lo usual es no mostrar imágenes ni acciones feas o tristes porque, seamos francos, lo que mueve las redes y vende son los momentos y cosas bonitas y felices, es lo que el ser humano siempre aspira, todo entra por los ojos.

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Por otro lado el factor crítica nunca se hace esperar, hagan lo que hagan los creadores de contenido, siempre van a tener una “mosca en el vaso de leche”, los llamados haters, gente a la que todo le parece mal y todo lo critican.

Si una influencer le da por poner fotos hermosas, cuidadosamente detalladas, enseguida dicen que son frívolas, ridículas, fantoches, y un largo etcétera… Pero, si esa misma influencer le da por salir sin maquillaje y en pijama, entonces es mangaja, se ve cochina y acabada, al final no se puede quedar bien con todo el mundo, tomando en cuenta que el ser humano viene con el chip del antagonismo encendido desde que nace. Somos terriblemente complicados.

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Entonces yo me doy la tarea de contestar:

Todos somos seres humanos exactamente iguales, los que ponemos estereotipos y divisiones somos la sociedad y el entorno, por ende todos tenemos días buenos y malos, todos tenemos problemas de diferentes tamaños y absolutamente nadie tiene vida perfecta y hermosa, las redes sociales son pantallas de tv, donde se muestra lo que cada quien desea mostrar y lo que la gente desea ver.

Como a mayor número de seguidores y likes, genera ingresos económicos en algunas ocasiones, cada quien subirá lo que haga que esos números aumenten.

Cuando empecé a escribir, era inexperta en este tema y una persona que sabía mucho más que yo me aconsejó y me dijo: “deja de subir tantos selfies sin buena resolución, trata de no salir sin maquillaje ni mal vestida, procura verte siempre linda y compuesta.” En el momento me molestó un poco porque pensé que ella estaba exagerando, pero por curiosidad, hice la prueba y fue tal cual ella me dijo; descubrí que las fotos que no estaban tan cuidadas tenían muchísima menos aceptación y las otras se disparaban.

Esa fue una enseñanza/cachetada de primera mano que recibí de los seguidores.

Si bien es cierto, luego ha ido variando y ahora el término orgánico (o sea espontáneo y a veces a la maldita sea) se puso más de moda.

Hasta los artistas super conocidos empezaron a postear “disque” fotos casuales, pero en realidad son fotos igualmente cuidadas y retocadas con un efecto casual como si se tratara de un selfie cualquiera en ropa de entre casa o pijama. Hasta se puso de moda un maquillaje llamado “el make up no make up”, entonces ahora la cosa se puso peor porque las imágenes deben ser super divinas haciendo ver como descuidadas jajajajaja, en fin, estamos cada vez más locos.

Es muy cierto que a algunas influencers se les pasa la mano en maquillaje, retoques y los nuevos filtros (que resuelven la vida), tanto así que cuando las ves en persona dudas si se trata de la misma persona.

A mí en una ocasión, que me encontré por casualidad con algunas seguidoras en la calle, una le dijo a otra (pensando que no la escuchaba): “oye se ve igualita al Instagram” y le contesté: “pero su soy yo misma, como no me voy a parecer?” Y ella me contestó: “créeme que he visto a otras que tengo que confirmar varias veces que se trata de la misma persona” PLOP!!

En definitiva, hay algunas personas que han alcanzado el nivel de influencia que deseaban y no les importa salir como sea en redes, saben que van a conservar su comunidad, pero la mayoría de los influencers si les da pena mostrarse tal cual son… Es mejor crear el mundo de fantasía y mantenerse en el personaje todo el tiempo que puedan, quizás lo que cada quien desea es solo mantener su vida privada solo para su círculo más cercano.

Yo decidí que seré siempre la misma, quien me quiera me querrá con todo lo que tengo y lo que no tengo.

Si te gustó esta nota al estilo de @Cuarentivida no dudes seguir su contenido a través de redes sociales.

 

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