En un estudio publicado por la Sociedad Americana del Cáncer este mes, los investigadores estimaron que, en 2023, 153,000 personas en Estados Unidos serían diagnosticadas con cáncer colorrectal. De esos casos, alrededor del 13 por ciento correspondería a personas menores de 50 años, lo que representa un aumento del 9 por ciento de los casos en este grupo etario desde 2020.
Aunque los diagnósticos nuevos de cáncer colorrectal han ido disminuyendo entre los mayores de 50 años desde su cifra más alta en 1985, las tendencias para los más jóvenes van en la dirección equivocada, dijo Steven Itzkowitz, profesor de medicina y ciencias oncológicas en la Escuela de Medicina Icahn en el hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York.
Y no solo eso, informaron los autores del estudio, sino que los cánceres diagnosticados en personas menores de 50 años tienden a ser más agresivos.
“Vivimos en una época en la que los jóvenes en la flor de la vida están contrayendo cáncer de colon”, señaló Itzkowitz. “Y a menos de que hablemos en serio al respecto, quizá no tengamos la oportunidad de hacer mella en esta enfermedad”.
¿Qué es el cáncer colorrectal y quiénes corren más riesgo?
El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más frecuente en Estados Unidos. Comienza como un pólipo, o crecimiento anormal, en el intestino grueso, que con el tiempo puede volverse canceroso y extenderse a otras partes del cuerpo.
El riesgo de padecer esta enfermedad es similar en hombres y mujeres, y aumenta con la edad. Por ejemplo, en Estados Unidos, solo 5 de cada 100.000 personas de entre 30 y 34 años desarrollan cáncer de colon, mientras que 61 de cada 100.000 personas de entre 50 y 54 años lo padecen, y 136 de cada 100.000 personas de entre 70 y 74 años. Las personas de raza negra o de origen indio americano o nativo de Alaska son las que corren mayor riesgo, algo que muchos estudios atribuyen a las desigualdades sociales y a las barreras a la atención médica.
También se sabe que aumenta el riesgo de padecerlo si se tienen ciertos problemas de salud, como obesidad, o si se incorporan a la dieta determinados alimentos o bebidas (como alcohol o carnes rojas o procesadas, como salchichas, pepperoni o perros calientes), además de llevar un estilo de vida sedentario.
¿Debo preocuparme si tengo menos de 45 años? ¿Cuáles son los primeros síntomas del cáncer colorrectal?
En primer lugar, según Nancy Baxter, cirujana colorrectal y directora de la Escuela de Población y Salud global de la Universidad de Melbourne, el aumento de los índices de cáncer colorrectal de aparición temprana es preocupante, pero el riesgo general de que una persona menor de 50 años desarrolle cáncer de colon sigue siendo increíblemente bajo.
“No quiero que cunda el pánico”, aseveró Baxter. A menos de 15 de cada 100.000 personas de entre 20 y 49 años se les diagnosticó esta enfermedad entre 1998 y 2019. “La edad sigue siendo el factor más importante en el riesgo personal de contraer cáncer colorrectal”, agregó.
Dicho esto, de todos modos debes estar atento a las primeras señales de advertencia, que pueden incluir sangrado rectal, anemia, cambios en los hábitos intestinales (como estreñimiento repentino y nuevo) o cualquier tipo de dolor abdominal. Las personas más jóvenes suelen presentar hemorragia rectal como primer síntoma, lo que los médicos creen que posiblemente se deba a que es más probable que sus cánceres se produzcan más hacia el final del colon.
Si tienes menos de 45 años y presentas síntomas preocupantes, consulta a un médico de inmediato.
¿Por qué están aumentando los casos entre personas más jóvenes?
De acuerdo con Itzkowitz, los investigadores no lo saben con certeza y se esfuerzan por responder a esta pregunta, pero algunos cambios en los factores de riesgo han dado algunas pistas.
Itzkowitz aseveró que los mayores índices de obesidad en niños y adultos podrían ser un factor relevante, pues un estudio importante publicado en 2022 concluyó que padecer obesidad a los 20 o 30 años puede duplicar con creces el riesgo de cáncer colorrectal de aparición temprana.
También se ha sugerido que el consumo excesivo de alcohol —que suele definirse como cinco o más copas para los hombres en unas dos horas, y cuatro o más para las mujeres— puede ser un factor determinante. Esta práctica lleva décadas aumentando entre los adultos de 30 años o menos.
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No obstante, tal vez la historia sea mucho más compleja, afirmó Baxter. Los investigadores aún no saben cómo pueden influir los factores de riesgo de la infancia (como haber nacido por cesárea, haber tomado antibióticos o estar expuesto a determinados factores ambientales) en el riesgo de cáncer colorrectal de aparición temprana, ni qué papel puede desempeñar el microbioma.
Por ejemplo, el consumo de bebidas azucaradas, que aumentó entre los adolescentes en las décadas de 1980 y 1990, se ha relacionado con un mayor riesgo de aparición temprana de la enfermedad, pero no está claro si se debe a las propias bebidas azucaradas o a factores relacionados, como la diabetes o los cambios que las bebidas azucaradas provocan en las bacterias intestinales.
Para entender por qué están aumentando los índices de cáncer colorrectal entre los jóvenes y evitar que esta tendencia continúe, Baxter afirma que debemos responder a este tipo de preguntas.
¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo de cáncer colorrectal?
Itzkowitz señaló que los menores de 45 años deberían mantener conversaciones honestas con sus familiares sobre los antecedentes médicos de su familia.
“La gente no se toma el tiempo necesario para averiguar sus antecedentes familiares o a sus familiares les da pena hablar de ello, pero es algo sencillo que cualquier persona de cualquier edad puede hacer”, dijo.
Si tienes un familiar de primer grado (por ejemplo, uno de tus padres o un hermano) con cáncer colorrectal diagnosticado antes de los 60 años, o si tienes dos familiares de primer grado diagnosticados a cualquier edad, tu riesgo es mayor.
Aunque es obvio que no puedes cambiar tus antecedentes familiares, sí puedes hacer algunos ajustes en tu estilo de vida para reducir el riesgo, por ejemplo:
Llevar una dieta sana. Se ha demostrado que las dietas abundantes en carnes procesadas (como los perros calientes, el tocino y algunas carnes frías) o carnes rojas (como la ternera, el cerdo y el cordero) aumentan el riesgo de cáncer colorrectal, mientras que las dietas abundantes en frutas, verduras y granos integrales han demostrado ser benéficas. Incluso cambios pequeños, como elegir frutas y verduras ricas en fibra como tentempié en lugar de papas fritas, o incorporar los “lunes sin carne” a tu plan de comidas semanal, pueden marcar la diferencia.
Dejar de fumar. Se sabe que más de 70 sustancias químicas presentes en los cigarrillos aumentan el riesgo de cáncer al dañar el ADN del interior de nuestras células. Los parches, chicles y pastillas de nicotina pueden ayudar a frenar los antojos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y muchas aplicaciones gratuitas para teléfonos inteligentes, como la aplicación quitSTART, pueden ofrecer consejos, motivación y retos para ayudarte a dejar de fumar.
Mantenerse activo. En un estudio de casi 90.000 mujeres enfermeras publicado en 2018, los investigadores descubrieron que aquellas que eran sedentarias y veían la televisión más de 14 horas a la semana eran significativamente más propensas a desarrollar cáncer colorrectal temprano que aquellas que veían la televisión menos de siete horas a la semana. Las directrices federales recomiendan que, cada semana, la mayoría de los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada (como ciclismo, natación o jardinería) y dos días de actividades de fortalecimiento muscular (como levantamiento de pesas o flexiones).
Reducir el consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol (catorce o más bebidas a la semana, según un estudio publicado en 2012) puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal de aparición temprana. Las directrices federales recomiendan limitar el consumo a no más de una bebida al día para las mujeres y no más de dos bebidas al día para los hombres.
Mantener un peso saludable. Aunque el índice de masa corporal es una medida imperfecta de la salud, los investigadores han descubierto que quienes tienen un IMC inferior a 25 corren menos riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal de aparición temprana. En la actualidad, a los adultos con obesidad se les recomiendan varios medicamentos aprobados para bajar de peso, como la fentermina o la liraglutida.
Revisiones periódicas Los expertos recomiendan que la mayoría de las personas empiecen a someterse a una colonoscopia (o a un procedimiento similar llamado sigmoidoscopia flexible) a los 45 años. Si tienes antecedentes familiares, si tienes una predisposición genética al cáncer, como en el caso del síndrome de Lynch, o si padeces una enfermedad inflamatoria intestinal como la colitis ulcerosa, tu médico podría recomendar someterte a las pruebas antes de los 45 años. En esos casos, los seguros médicos deberían cubrir las colonoscopias a tiempo.